En alg�n momento dentro del per�odo Cl�sico medio o Epicl�sico, el Occidente de M�xico experiment� transformaciones dram�ticas, que muchos autores desafortunadamente han descrito como la" mesoamericanizaci�n" de esta regi�n (cfr. Meighan 1974; SchOndube 1980), y cuyos elementos frecuente111ente se ha sugerido son de naturaleza" tolteca"(v. gr. Weigand 1978). De igual manera, se ha sugerido que varios sitios poseen evidencia de una orientaci�n cultural" teotihuacanoide"(v. gr. Jim�nez Betts 1992). Esta referencia recurrente al Altiplano central ya sistemas pol�ticos grandes ha oscurecido otras posibles fuentes para las disyunciones arqueol�gicas del Occidente y norte de M�xico. Pretendo demostrar en estas p�ginas que la mayor�a de los materiales que se atribuyen a la interferencia del Altiplano (tanto" teotihuacanos" como" toltecas") en realidad pertenecen a una transformaci�n del per�odo Epicl�sico con or�genes en Guanajuato. El Altiplano central parece no haber jugado un papel importante en este caso, a menos que la ca�da de Teotihuac�n se cite como un impulso para el r�pido crecimiento y expansi�n de sisteq� as pol�ticos regionales en el Occidente y ｮｯｲｴ･ ｾｰ･ ｲｩｦ￩ ｲｩ] ｯｳ BN@ Utilizar� al centro de Jalisco como punto de partida para la discusi�n m�s amplia sobre cronolog�a, regresando a esa misma �rea para una vista m�s detallada de los contextos asociados con los nuevos materiales.