Pluralidad de normas en el espa�ol de Am�rica

CG Grau�- Revista internacional de ling��stica iberoamericana, 2006 - JSTOR
CG Grau
Revista internacional de ling��stica iberoamericana, 2006JSTOR
No obstante lo mucho que se ha avanzado en el conocimiento de las variedades del
espa�ol americano, todav�a hay cierta resistencia a asumir sus consecuencias en lo
referido a la fisonom�a del espa�ol de Am�rica. La discusi�n en torno a la norma hisp�nica
y, con ella, la antigua pol�mica sobre la unidad y la diversidad del espa�ol son,
probablemente, los dos temas en los que m�s se necesita integrar esos resultados porque
ambos determinan la imagen del espa�ol americano, como objeto hist�rico, y el lugar que�…
No obstante lo mucho que se ha avanzado en el conocimiento de las variedades del espa�ol americano, todav�a hay cierta resistencia a asumir sus consecuencias en lo referido a la fisonom�a del espa�ol de Am�rica. La discusi�n en torno a la norma hisp�nica y, con ella, la antigua pol�mica sobre la unidad y la diversidad del espa�ol son, probablemente, los dos temas en los que m�s se necesita integrar esos resultados porque ambos determinan la imagen del espa�ol americano, como objeto hist�rico, y el lugar que corresponde en ella a las comunidades que lo han hecho posible. Un obst�culo es el malentendido producido por la distinci�n entre ling��stica interna y ling��stica externa, que, tal vez por desconocimiento o simple ceguera, repite muchos de los errores cometidos por la ling��stica de fines del siglo xix y primeros a�os del xx, errores, digo, que alimentan la creencia de que se puede alcanzar la objetividad de las ciencias naturales en la comprensi�n de los fen�menos ling��sticos. Por esa aspiraci�n, una serie de propuestas te�ricas y metodol�gicas justifican el car�cter aut�nomo de la ling��stica y la validez de estudiar a las lenguas como entidades ideales, abstractas, autosuficientes e independientes de todo contexto de realizaci�n. Ah� no hay espacio para considerar los fen�menos normativos, ni su dimensi�n simb�lica, porque resultan hechos espurios, carentes de inter�s cient�fico. Encarar el problema de la norma es una manera de recuperar el car�cter social y simb�lico con los que existen los usos de toda lengua y, en un �mbito m�s general, es situar al espa�ol de Am�rica, junto con el de Espa�a, en su temperamento de lengua hist�rica, con todo el espesor que determinan los procesos culturales, pol�ticos y econ�micos que se abrieron paso con el Descubrimiento. Como esa orientaci�n implica una perspectiva-digamos-m�s comunicativa, la sola afirmaci�n acerca de que los fen�menos ling��sticos deben ser explicados en sus respec-tivos contextos sociales no es suficiente. Hay que contar con los usos y los hablantes, pero tambi�n hay que reconocer que una misma persona puede emplear m�s de una
* Carlos Garatea Grau es profesor asociado, secci�n ling��stica y literatura, en la Pontificia Universidad Cat�lica del Per�, donde, adem�s, se desempe�a como editor responsable de Lexis. Revista de ling��stica y literatura. Hizo sus primeros estudios doctorales en El Colegio de M�xico y los segundos en Ludwig-Maximilians-Universit�t M�nchen, donde se doctor�. Sus principales l�neas de investigaci�n est�n concentradas en la historia del espa�ol, espa�ol de Am�rica e historiograf�a ling��stica. Entre sus publi-caciones recientes destacan: El problema del cambio ling��stico en Ram�n Men�ndez Pidal. El individuo, las tradiciones y la historia. T�bingen: Narr, 2005;" Espa�ol de Am�rica, espa�ol del Per�", en: Lexis XVIII (1-2), 2004. Actualmente estudia las tradiciones textuales presentes en la difusi�n del espa�ol en Am�rica, sobre todo en el Per� (ss. xvi-xvii). Correo electr�nico: cgaratea@ pucp. edu. pe.
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