Un año más

 

 

 

Hoy estoy celebrando un año más de vida, llegando a los 48. Cuando era más joven pensaba que cuando rondara los 50 estaría ya instalada en cierta estabilidad bajo la cual de cierta forma pasaría el resto de mi vida. Nunca hubiera imaginado que el año transcurrido entre mis 47 y mis 48 podría llegar a ser tan transformador y movido.

 

Hace un año, cuando cumplía los 47  me encontraba en medio de una crisis profesional: llevaba años trabajando como nutrióloga bajo el esquema tradicional, pero ya no me sentía cómoda. Empezaba a tener cada vez más claro que las dietas no funcionaban, y que lejos de ayudar, causaban daño. Sin embargo dudaba de mí, no tenía claro si esto que sentía podía ser válido, siendo que todo lo que yo había estudiado durante años apuntaba en el sentido contrario. Sentía que debía moverme de lugar, pero no sabía bien cómo hacerlo.

 

Evidentemente, esto empezó a impactar mi vida personal, pero sobre todo la profesional: en consulta comencé a manejar , de forma intuitiva y con algo de temor, ciertos conceptos relativos a diversidad corporal, a la incapacidad de controlar nuestro peso  como nos habían hecho creer, y al daño que la restricción causaba. Muchos pacientes salieron huyendo, quizás pensando que yo había empezado a enloquecer.

 

Y digo que todo esto lo hice inicialmente de forma intuitiva, pues aún era poco lo que conocía del enfoque de Salud en Todas las Tallas y del movimiento de Body Positive. Recién comenzaba a leer de estos temas, que me costaba aún comprender. Fue por esas fechas cuando decidí aplicar para certificarme como Body Trust Provider en Be Nourished, y también cuando muy temerosa lancé mi primer post en Facebook retando a la cultura de las dietas.

 

Hasta ese momento, yo era bastante reservada en redes sociales. Casi nunca publicaba nada en Facebook y aunque había abierto una cuenta de Instagram, por influencia de mis hijos adolescentes, jamás me metía. En ese entonces me sentía incluso un poco desesperanzada: sabía que había construido una carrera profesional de años que ya no me llenaba, y sobre todo, que me provocaba sentimientos ambivalentes.

 

Tengo que reconocer que hubieron momentos en que pensé en cerrar el consultorio para dedicarme por entero a componer letras para canciones (mi otro trabajo, del que pocos saben, pero que me llena enormemente). Sin embargo, hubo algo que me empujó a seguir, algo en mí me hacía sentir que era posible darle la vuelta a la Nutrición para dar otro enfoque a la consulta.

 

Y aquí estoy hoy, a un año de distancia de aquellas dudas, consolidada como Nutrióloga anti dieta, dueña ya de mi marca “Nutrición Incluyente”,  certificándome como “Body Trust Povider”, convencida al 100% de que el modelo de Alimentación Intuitiva es el camino para sanar la relación con la comida, y activando diariamente por un mundo más justo y equitativo para todos los cuerpos.

 

Este nuevo camino no ha estado libre de obstáculos, sin embargo, puedo decir que ha traído mucho más satisfacciones que impedimentos: he conocido a grandiosas colegas (que más que nada son ya  mis amigas y compañeras de vida) que se atrevieron también a andar  este camino, y que para mi suerte, lo hacen a mi lado. He tenido también la enorme fortuna de contar con el apoyo de mis inigualables amigas que con sus experiencias y apoyo han alimentado mi proceso, y de mi incondicional familia que ha tenido la paciencia de escucharme despotricar contra la cultura de las dietas en cada oportunidad. De igual manera, este nuevo camino me ha permitido contactar con valientes mujeres y hombres que se han atrevido a iniciar un camino de sanación y que han compartido conmigo, en persona o por escrito,  sus vulnerabilidades y  su dolor.

 

Hoy, llego a mis 48 más convencida más que nunca de que, profesionalmente hablando,  estoy en el camino correcto. A pesar de sentir diariamente que nado contracorriente, y a pesar de la resistencia con que me topo frecuentemente, la satisfacción que me da saber que estoy luchando por una causa y ayudando a los demás a sanar su relación con su cuerpo y la comida es invaluable.

 

Como cada 14 de Mayo,  ha pasado por mí un año más, pero sin duda éste será uno de los que quedarán inscritos en mi lista personal de años significativos.