¿Qué tiene que hacer un conductor cuando la Guardia Civil saca un banderín amarillo?

Es importante conocer el significado de todos los gestos que llevan a cabo los agentes de la Guardia Civil porque sus señales tienen prioridad sobre el resto. Teniendo en cuenta este punto y aprovechando las redes sociales, este cuerpo de seguridad pública ha recordado qué quieren decir sus banderines amarillos.

En algunas ocasiones, los agentes usan banderas de distintos tonos para regular el tráfico: su significado dependerá de ellos. Estas señales también las emplean para el orden, control o seguridad de cualquier actividad deportiva o no, como, por ejemplo, una carrera.

Cuando el banderín que muestra la Guardia Civil, normalmente desde sus motos, es de color rojo, significa que la calzada queda temporalmente bloqueada al tráfico para todos los vehículos, menos para aquellos a los que acompaña o escolta.

Si es verde, quiere decir que la carretera está, de nuevo, abierta al tráfico. Y si es amarilla, indica la proximidad de un peligro o que los usuarios deben extremar la atención.

Los gestos de la Guardia Civil

Hay que tener en cuenta, también, que cuando los agentes van a bordo de uno de sus vehículos, son dos las señales que hay que conocer. El brazo extendido hacia abajo, inclinado y fijo, indica al vehículo que tiene que detenerse en el lado derecho.

Una luz roja o amarilla intermitente indica que el conductor que les precede debe pararse delante de ellos y a la derecha, sin generar riesgos o molestias al resto de los usuarios de la vía. A continuación, tendrán que seguir las instrucciones del agente.

Otras señales

Por otro lado, los agentes que regulan el tráfico sobre la calzada se valen de sus brazos para indicar a los conductores qué deben hacer. Si los levantan verticalmente, significa que todos los vehículos que se acercan a su figura tienen que pararse siempre que puedan hacerlo con seguridad.

Si extienden uno o los dos brazos horizontalmente, los conductores que se aproximen en la dirección indicada por el agente tienen que detenerse. Y si extienden un brazo y lo mueve de arriba abajo, hay que reducir la velocidad del vehículo.

En otras ocasiones, los agentes utilizan su silbato: los toques cortos y frecuentes ordenan la detención de la marcha, mientras que los largos indican la reanudación. Y, por último, el balanceo de las luces rojas o amarillas obligan a los conductores a pararse.