La burbuja de los coches clásicos sigue creciendo: ¿son una buena inversión?

Desde hace ya muchos años, el sector de los coches clásicos no ha dejado e ir al alza. Las subastas de modelos antiguos llegan a cantidades estratosféricas y, en esta tesitura, es normal ver en ello una oportunidad de negocio, algo en lo que invertir para que se revalorice en el futuro.

Sin embargo, ¿es así en realidad? Los coches clásicos, que en España son aquellos que tengan más de 25 años, pueden ser una buena opción de inversión, pero no en todos los casos. Hay ciertos aspectos que hacen que un coche antiguo sea una buena oportunidad o no, como señalan desde CarVertical.

Hay elementos clave, como es, por ejemplo, la producción que hubo del modelo en cuestión. Cuanto mayor fuera, menos exclusivo y, por tanto, menos valor tendrá el vehículo. Sin embargo, incluso esto puede no ser siempre así, puesto que, si se trata de un modelo popular, pero es una unidad especial por ser, por ejemplo, su variante más potente, sí que es posible que se revalorice.

Uno de los puntos más importantes para que se trate de una inversión rentable está en que el modelo se encuentre en el estado más original posible, puesto que es lo que hace que tengan un mayor valor.

“No hay nada peor que tener un vehículo con algunas reparaciones baratas, especialmente cuando se consideran coches que son muy difíciles y costosos de mantener. Los modelos más antiguos de Mercedes-Benz, por ejemplo, eran muy avanzados para su época, pero también eran una pesadilla para reparar, ya que se utilizaban los controles hidráulicos para prácticamente todo. A menudo existe esta rutina interminable de buscar piezas originales, mientras que algunos componentes solo se pueden reacondicionar con la ayuda de mecánicos expertos”, señala Matas Buzelis, experto en automoción de carVertical.

Un aspecto a valorar es si el vehículo procede de un vendedor particular o de un concesionario. Estos últimos suelen vender los coches a precios más caros, pero los que están especializados en coches clásicos saben lo que hacen, tienen la documentación en regla y ofrecen garantías.

En cambio, si el coche pertenece a un particular hay ciertos riesgos, como que se haya llevado a cabo un buen mantenimiento del vehículo. Además, dado que son coches tan antiguos, existe la posibilidad de que el registro de reparaciones y mantenimientos no se haya digitalizado, por lo que la única manera de comprobar que todo está como debe es que tenga la documentación original.