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A la hora de personalizar un coche nuevo, los futuros propietarios tienen múltiples opciones que se salen de las habituales, como el color de la carrocería o el techo solar: enormes pantallas para la fila trasera, asientos con masaje… Sin embargo, hay algunos modelos que han sido equipados con accesorios inusuales.
En un ejercicio de creatividad, varios fabricantes han dado forma a extrañas características que sólo aparecieron en uno de sus vehículos, fruto de los deseos de algún propietario caprichoso, o que no perduraron mucho en el tiempo debido a su peculiaridad. Estas son algunas de ellas.
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Corría el año 2017 cuando Bentley lanzó el Bentayga Falconry para el SUV que lleva el mismo nombre. Se trata de una instalación hecha a medida por Mulliner, la división de personalización de la firma británica, con todo lo necesario para disfrutar de la cetrería.
El equipamiento, que se ubicaba en la parte trasera del Bentley Bentayga, incluía una estación de vuelo con dos perchas, capuchas de cuero para las aves, guantes de piel elaborados a mano y una funda protectora para el suelo del maletero.
Un escúter
El Honda City se construyó alrededor del Motocompo, un escúter plegable que se escondía en el maletero de la primera generación de este modelo. Fueron diseñados de forma complementaria: cuando el conductor aparcaba el coche, podía usar el vehículo de dos ruedas para moverse por la ciudad.
El Motocompo estaba equipado con un motor de 49cc que desarrollaba 2,5 CV de potencia. Pesaba 45 kilos y su color se podía combinar con el de la carrocería del Honda City.
Un tocadiscos
Hubo un tiempo en el que los fabricantes idearon soluciones poco convencionales para entretener a los ocupantes de sus coches. Chrysler creó Highway Hi-Fi, un tocadiscos que reproducía unos discos hechos para el propio sistema. Estuvo disponible como opción para la mayoría de los modelos de la marca durante tres años hasta que lo eliminaron en 1959.
Un inodoro
No fue una opción estándar porque se diseñó sólo para un modelo: un Rolls-Royce Silver Wraith de 1954 creado por Alfredo Vignale para Joseph Maschuch, un ejecutivo estadounidense.
En la fila trasera, debajo de uno de los asientos, instalaron un inodoro. Eso sí, no tenía sistema de descarga y, por lo tanto, los desechos se liberaban directamente en la carretera. Los rumores aseguran que únicamente lo emplearon como cubitera para el champán.
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