ANÁLISIS

El tempero de la moción leonesista en la Diputación de León al que sigue un camino lleno de incógnitas

Luis Mariano Santos entre el presidente y el vicepresidente de la Diputación de León, Courel y Aller.

Al pleno ordinario del mes de junio de la Diputación de León llegará un hito largamente esperado durante los últimos años, el debate de la moción para solicitar una autonomía propia para la Región Leonesa, o León en su defecto, que en los últimos años han aprobado seis docenas de municipios leoneses más alguno zamorano y salmantino.

UPL cumple así su promesa de que llevaría a votación esta moción antes del verano a la Diputación, después de un año de cogobierno con el PSOE y tras ser imposible el pasado mandato durante el cual también gobernó pero que su diputado, el fallecido Matías Llorente, se negaba a presentar, uno de los motivos por los que acabó siendo expulsado de la formación. Porque no había “tempero”, aducía siempre. La moción se debatirá previsiblemente en el pleno ordinario del mes, que es el último miércoles, en este caso el 26 de junio. El tempero para su su debate parece que ya llegó.

Los leonesistas buscan así retratar tanto a sus socios de gobierno como al Partido Popular, y Vox, en un asunto que volvió al candelero público por la moción aprobada en 2019 en el Ayuntamiento de León gracias al apoyo de UPL y del PSOE de José Antonio Diez y que durante estos años ha recorrido buena parte de la geografía provincial para ser aprobada por 63 municipios y rechazado por 7. El último ha sido Toral de los Vados y en algunos se ha cambiado de opinión como en Cistierna, ahora gobernado con mayoría absoluta por el líder leonesista Luis Mariano Santos.

El grupo socialista que dirige el presidente Gerardo Álvarez Courel dejará libertad de voto a sus diputados, aunque sería raro ver cambiar de opinión a quienes ya se han significado previamente, como el diputado de Hacienda y alcalde de La Robla, Santiago Dorado, que la votó en contra en su ayuntamiento.

Por otro lado está ver si el enfrentamiento interno en el PSOE entre la dirección provincial de Javier Alfonso Cendón y la autonómica de Luis Tudanca influye en el sentido de algún voto, aunque sea por afinidades internas. El voto de Courel, cercano a Cendón, es una incógnita pero tiene un valor añadido por la condición de su cargo como presidente.

En el grupo del Partido Popular en la Diputación de León afirman sentirse bastante “decepcionados” por el texto presentado por Unión del Pueblo Leonés, que señalan difiere notablemente del que se aprobó en 2019 en el Ayuntamiento de León e inició este revivir del leonesismo. Por ello estudian, al margen de lo que diga su dirección provincial que se manifiesta totalmente en contra, qué hacer en la votación sin descartar aportaciones propias al debate.

El PP en la Diputación se divide entre los afines a la dirección provincial de Ester Muñoz, que son los diputados de El Bierzo y el de La Bañeza, que previsiblemente votarán en contra, y por otro lado los afines a Javier Santiago, viceportavoz y alcalde de Almanza, cuyo voto todavía no está decidido ni se sabe si será unánime. Una situación singular vivirá el portavoz y alcalde de Valverde de la Virgen, David Fernández, que fue el que la presentó él mismo en su municipio y se aprobó con el voto de todo el PP.

En cuanto a Vox su único diputado provincial es el concejal de San Andrés Fernando Prieto Olite, que en su momento ya votó a favor de la moción en su municipios. Y hay que recordar que antes de ser de ultraderecha llegó a la política de la mano del desaparecido PAL-UL, la escisión leonesista de cuando Rodríguez de Francisco fue expulsado de UPL. Con ellos llegó a ser concejal antes de pasarse a las filas del partido de Santiago Abascal que pese al rechazo a las autonomías no ha tomado medidas contra sus concejales que han apoyado las mociones.

Para UPL la aprobación de la moción, si se da, puede suponer un hito más “en el camino” hacia la autonomía para León o la Región Leonesa, si las provincias de Zamora y Salamanca se unen. Pero reconocen que lo que venga después no deja de ser una “incógnita”, ya que este es un trayecto de largo recorrido hasta la ansiada autonomía. Porque las soluciones legales para ello siguen siendo una ley orgánica de las Cortes Generales o una escisión aprobada por la propia Junta de Castilla y León.

La moción de la Diputación si ha generado en colectivos leonesistas una cierta ilusión tras el recorrido de estos años de las mociones y las manifestaciones en la calle, que también cristalizaron en un éxito electoral del principal partido leonesista. Sin duda el voto en la Diputación supondrá un punto en el movimiento, tanto si se aprueba como si se rechaza. La duda es si el punto será 'y aparte' o 'y seguido'.

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