Los conductores que tienen curiosidad pasarse a los autos eléctricos lo han dejado claro encuesta tras encuesta: la recarga de las baterías les da un poco de miedo.
En muchos aspectos, según los usuarios, tener un vehículo eléctrico (VE) es igual, o incluso mejor, que poseer un automóvil de gasolina. Pero abastecer de energía a un VE es diferente, y en ocasiones resulta incómodo dependiendo de dónde vivas, por lo que les asusta incluso a quienes están interesados en comprar un modelo eléctrico.
Hacia la electrificación total en las calles de EE UU
En la actualidad, la mayoría de los estadounidenses que poseen un vehículo eléctrico lo cargan en casa, pero más del 20% de los hogares del país no tienen acceso a un estacionamiento fuera de la vía en el que puedan enchufarse durante la noche. La red pública de recarga, por su parte, suele ser irregular y los conductores se quejan de que los cargadores no siempre están en buen estado o ni siquiera funcionan.
La buena noticia es que los fabricantes de automóviles, los gobiernos y otros agentes políticos son conscientes de que Estados Unidos tiene un problema con las recargas de VE. Quieren más gente en modelos eléctricos. Los empresas están aumentando su producción y desean que la gente los adquiera, mientras que los legisladores se percatan de que sustituir los automóviles de gasolina por los eléctricos de cero emisiones será una parte importante para evitar los peores efectos del cambio climático.
Como resultado de los primeros esfuerzos para la transición a los vehículos eléctricos, Estados Unidos cuenta actualmente con 188,600 puertos de carga públicos y privados, y 67,900 estaciones de carga, según cifras del Departamento de Energía de EE UU, que se han duplicado con creces desde 2020. Están previstas otras 240 estaciones. Compáralo con la infraestructura de combustible actual: el país dispone de unas 145,000 gasolineras, según el Instituto Estadounidense del Petróleo.
En WIRED, toda esta situación nos hizo interesarnos por un experimento mental: Si pudiéramos chasquear los dedos mágicamente y convertir todos los vehículos en modelos eléctricos, ¿cuántas estaciones de carga necesitaría añadir Estados Unidos?
Los analistas de Coltura, un grupo de investigación y defensa de los combustibles alternativos, calcularon las cifras:
Para que cada vehículo que circula por las calles de EE UU sea eléctrico, tendría que haber seis veces más cargadores públicos que en la actualidad.
¿Cuál es el resultado? El país necesita construir muchos más cargadores antes de llegar a la electrificación total, un punto que los expertos sugieren que debería producirse en la década de 2040. Pero quizá la tarea no sea tan insuperable como parece.
El número de cargadores públicos tendrá que multiplicarse por seis, según las estimaciones de Matthew Metz, director ejecutivo de Coltura, y Ron Barzilay, su asociado de información y política. “No estamos necesariamente fuera del camino”, comenta Metz.
Para que quede claro, todo el experimento mental es únicamente eso: un experimento mental. Muchos expertos consideran que, aunque el mundo corra hacia la electrificación total, todavía habrá lugares en los que los vehículos de gasolina seguirán circulando durante algún tiempo.
Esto explica una de las razones del enfoque optimista de las estimaciones sobre la recarga pública: La mayoría de los expertos no creen que la mayor parte de los conductores sustituyan fácilmente su hábito de acudir a una gasolinera por el de la recarga pública. En cambio, Metz y Barzilay proyectan que el 90% de las viviendas contarán con un cargador para VE, y que el 70% de la demanda de recarga de los automovilistas se satisfará mediante la recarga doméstica. Otro 10% se abastecería de energía en los lugares de trabajo, ya que la gente enchufa sus autos allí mientras labora. El último 20%, supone Coltura, lo realizará en las estaciones de carga públicas, de las que aproximadamente el 70% serán cargadores rápidos de corriente continua, los más veloces disponibles en la actualidad.
Una estimación de Coltura muestra dónde y cómo cargarían los conductores de vehículos eléctricos de EE UU en un mundo sin autos de gasolina.
Con énfasis en “actualmente”, subraya Barzilay. Predecir el futuro es difícil y destaca que “no estamos seguros de qué tipo de tecnología estará disponible” cuando llegue la electrificación total. Tal vez, para el momento en que todo el país conduzca autos eléctricos, los cargadores rápidos de gama alta de hoy en día, que permiten que un vehículo pase de ninguna carga al 80% en unos 20 minutos, habrán sido superados por un estándar aún más rápido y eficiente. En ese caso, el país estaría en una situación aún mejor de lo que pensamos.
Artículo publicado originalmente en WIRED. Adaptado por Andrei Osornio.
