Del curso: Fundamentos de la gestión de proyectos

Los principios de la gestión de proyectos

Del curso: Fundamentos de la gestión de proyectos

Los principios de la gestión de proyectos

La séptima versión de la guía PMBOK incluye 12 principios que sirven de referencia para hacer una buena gestión de proyectos. Estos principios ayudan a la hora de tomar decisiones, resolver problemas o desarrollar estrategias. Vamos a hacer un breve recorrido por todos ellos. Los buenos administradores no solo gestionan el cronograma y se aseguran de que se cumplan los criterios de éxito, sino que gestionan los proyectos como si fueran sus propietarios, y se preocupan por los resultados. También prestan atención a los efectos económicos, sociales, técnicos y ambientales del proyecto. Por ejemplo, eligiendo la mejor forma de gastar los fondos para conseguir los objetivos comerciales. Los proyectos los lleva a cabo un equipo de personas. Los mejores resultados los consiguen los grupos con un buen ambiente de colaboración. Los gestores dirigen los equipos, y uno de los primeros pasos del liderazgo es establecer un entorno colaborativo y de apoyo. Las partes involucradas en el proyecto pueden influir de manera positiva o negativa en el rendimiento y los resultados. Para ofrecer valor, los gestores del proyecto deben ser proactivos al trabajar con las partes involucradas. Junto con el sistema de entrega de valor, la guía PMBOK enfatiza la importancia de concluir el proyecto poniendo énfasis en el valor. Durante el ciclo de vida de un proyecto, el gestor y el equipo evalúan los resultados y el progreso y adaptan el plan para ofrecer todos los beneficios posibles. Un proyecto es un sistema que consta de muchas partes dinámicas interrelacionadas. Todos los miembros del equipo deben examinar el proyecto y otros sistemas externos de manera integral. De esta forma, pueden responder a los cambios y seguir ofreciendo resultados positivos. Cualquier miembro del equipo puede actuar como líder. El liderazgo consiste en apoyar al equipo y los individuos, dar ejemplo de cómo se deberían comportar los miembros y fomentar un entorno de apoyo. La guía del PMI enfatiza que no existe una única metodología para todos los proyectos. Es importante elegir la adecuada en función de los requisitos de tu caso único. En lugar de seguir los procesos a rajatabla porque «así es como se hace siempre», el equipo debe aplicar solo los procesos necesarios para sus resultados y para ofrecer más valor a la vez que respeta el presupuesto y los plazos. «Calidad» significa que los productos finales cumplen las expectativas y los criterios de aceptación de las partes involucradas. Los equipos del proyecto, por ejemplo, pueden instaurar procesos de calidad mediante pruebas y evaluaciones, la identificación de errores y modificaciones para evitar errores en el futuro. Debido a los comportamientos del equipo, los sistemas y la incertidumbre, el proyecto puede ganar en complejidad, que no tiene por qué eliminarse. El equipo debe prestar atención e identificar cómo reducir el nivel de complejidad o sus efectos en el proyecto. El riesgo representa la incertidumbre y puede ser positivo o negativo. El equipo busca la forma de aprovechar los riesgos positivos al máximo, es decir, las oportunidades. A la vez, tiene que reducir los efectos de los riesgos negativos, las amenazas. En el mundo de los proyectos, siempre hay cambios y dificultades, así que tiene sentido incorporar la adaptabilidad y la resiliencia. La adaptabilidad es la capacidad de responder a los cambios. La resiliencia representa tanto la capacidad de absorber el impacto, como la de recuperarse rápidamente de las dificultades. Por su naturaleza, los proyectos siempre instauran algún tipo de cambio, ya sea un nuevo producto o una mejora, entre otras posibilidades, y el equipo se encarga de aplicar la estrategia de gestión de los cambios. Es decir, un modelo para pasar del estado actual al estado futuro, en el que se aportan beneficios. Todas las personas que participan en un proyecto pueden cumplir estos principios para contribuir a su éxito.

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