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Sábado, 13 de noviembre de 2021

¿Has purgado ya los radiadores?

¡Hola!

Otro domingo más, bienvenida al boletín de Verne, aquí Anabel Bueno. Si es la primera vez que te llega este correo [si no lo es, salta al siguiente párrafo], te pongo en situación: Verne era la sección dedicada a la cultura digital del diario EL PAÍS y hace unos meses tuvo que decir adiós a sus lectores. Regresamos en septiembre, en formato newsletter quincenal. Si alguien te ha reenviado este correo y quieres recibirla en tu bandeja de entrada la próxima vez que lo enviemos, puedes apuntarte aquí.

El asunto de este correo en realidad no tiene nada que ver con lo que luego te voy a contar, es solo un recordatorio, porque el invierno se acerca (si me estás leyendo desde el hemisferio norte) y no están las cosas como para desaprovechar las capacidades termoenergéticas de nuestros hogares. Si no tienes ni idea de para qué o cómo se purgan los radiadores porque, no sé, quizá la vida adulta se te hace bola, aquí te dejo unas explicaciones y un videotutorial, por si ya no te apetece leer más.

De lo que yo quería hablarte esta semana es de una de mis cosas favoritas de internet: las críticas cinéfilas de Letterboxd. Letterboxd, por si no la sitúas, es una plataforma sobre cine donde los usuarios pueden ir anotando las pelis y miniseries que van viendo, puntuarlas, hacer listas… Lo habitual en esta clase de páginas. La parte graciosa está en las críticas a las películas. Lo esperable sería que la gente se flipara con las críticas, creyéndose cada uno el Carlos Boyero de su casa. Y sí, obviamente los hay, pero lo más común es que este apartado se convierta en un festival del humor. Incluso hay cuentas en Twitter e Instagram que suben capturas de estas críticas.

Desde hace unos años, cada vez que veo una peli, me meto a la plataforma a ver qué han puesto en Letterboxd sobre ella. Y muchas veces me han hecho más gracia los comentarios que la película que vi. Pero como es mejor verlo que contarlo, aquí te dejo unas cuantas críticas de películas al azar:

Mrsdennisquaid sobre Sin tiempo para morir (la última de 007): Sin duda en 163 minutos podrían haber encontrado ALGO de tiempo para morir.

Kap sobre La crónica francesa (la nueva de Wes Anderson): Por fin han hecho una película para gente que lleva bolsas de tela del The New Yorker.

Millie sobre Los Miserables: *llora en francés durante 157 minutos*.

Swaroskink sobre Spencer (la película sobre Lady Di con Kristen Stewart): La forma en la que los hombres se comportaron cuando Joker salió… Este es mi Joker excepto que yo seré mucho peor.

Liam F sobre El juego del calamar: Un tipo que ha visto Parásitos, viendo por segunda vez un producto audiovisual coreano: esto me resulta parecido a Parásitos

Marcel sobre El juego del calamar: Ni un solo calamar en este juego.

Kenvinyang sobre Free Guy (la última de Ryan Reynolds): ¿Recordáis cuando todos vimos el tráiler de esto hace siglos y pensábamos “no hay manera de que esto sea bueno”? Pues estábamos en lo cierto.

Brian Sweeney sobre Vengadores: Endgame: Acabo de ver Vengadores: Endgame y la manera en la que salvan el universo es Chris Pratt usando el poder de rezar.

Nicole Kubrick sobre Eternals: Lo más realista de la peli es cuánta gente se quiere follar a Richard Madden aquí.

K. Austin Collins sobre El Apartamento: Buddy necesita un sindicato.

Agys sobre Mientras dure la guerra: La adaptación cinematográfica del meme ese de un facha y un antifa y Antena 3 diciendo "oh dios mío los extremos se tocan".

Nick Petrick sobre Lunas de Hiel: En la aparentemente interminable saga de películas en las que Hugh Grant hace de zorrete, esta es de lejos la más rara.

Vivian sobre Gambito de Dama: Siento por Anya Taylor Joy lo que sentían las chicas de Tumblr en 2012 por Benedict Cumberbatch en Sherlock.

🚀 A partir de aquí, Pablo Cantó coge los mandos de la nave. Pero antes, te dejo con esta ilusión óptica:

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🌐Estos días se ha hablado mucho en internet de…

35 años entrando y saliendo del coma. Muchos medios de comunicación publicaron esta semana una historia increíble: la de un hombre que afirmaba que, tras una caída, había pasado 35 años en coma. "Me dormí con 22 años y me desperté con 58", titulaban algunos. La historia parecía increíble… porque era falsa. Tras su publicación, en Twitter aparecieron muchos mensajes bromeando sobre su inconsistencia, y este 11 de noviembre llegó la confirmación de que lo publicado (o al menos buena parte de ello) era falso. Un nuevo artículo publicado por El Mundo incluía aclaraciones hablando con conocidos del protagonista, Manel Monteagudo, que eran tanto o más surrealistas que el titular original. Por ejemplo, que "estaba en coma, pero salía esporádicamente de casa". Esta frase y otras del artículo original se han acabado convirtiendo en una broma tuitera. Aquí algunos ejemplos:

Finalmente, el propio Monteagudo ha reconocido que, aunque sí sufrió un accidente, lo de los 35 años en coma no era verdad. Era un invent. Sin embargo, sí hay una historia real muy similar que conocemos gracias a al periodista y editor Álvaro Llorca.

Las rutinas absurdas del emprendedor de éxito. El tuitero @Hematocritico lleva unas semanas compartiendo –y comentando con humor– publicaciones en las que supuestos coaches y emprendedores hablan de sus rutinas diarias y otros consejos para lograr el éxito. Como este, este, este, este o este:

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Aunque algunos de estos consejos (pocos) tal vez tengan sentido, el problema es que estas rutinas no dependen solo de las preferencias de cada uno. ¿Y si tienes personas a tu cargo a las que cuidar? ¿Y si trabajas hasta tarde? ¿Y si no puedes dejar tu trabajo con horarios fijos porque tienes que pagar el alquiler? Finalmente, lo que consiguen es transmitir una sensación de culpa. Si no eres un empresario de éxito no es porque te estén explotando en tu trabajo, ni porque partamos de una situación socioeconómica desfavorable, sino porque no te estás levantando a las 5 de la mañana para darte una ducha fría. ¿Cómo se te ocurre? Pedazo de vago.

Estas pautas de emprendedor han llegado incluso a la política, e Íñigo Errejón ha compartido una de ellas. “¿Esta tabla del emprendedor, es antes o después de heredar?” se preguntaba. Y eso que estas rutinas no son, para nada, una novedad: en 2016, mi compañero Jaime Rubio publicó un tema maravilloso en el que recopilaba algunas de las actividades o pautas que, según diferentes revistas, artículos y post, era recomendable hacer antes de las 8 de la mañana. Había 54 tareas. Ni en 24 horas podríamos hacerlas todas. También hizo una divertidísima parodia de las rutinas de un emprendedor de éxito en formato newsletter. Idea que, precisamente ahora, también se hace en formato TikTok. Aquí un ejemplo, aquí otro, aquí otro y aquí otro:

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Deliciosa maniobra de conquista. La abogada María José Castaño publicó el pasado 9 de noviembre el siguiente tuit: “Me llama una amiga a contarme que un chico la invitó a salir. Eso sí: le propuso que, en vez de ir a un bar por un trago, la iba a llevar a una librería para comprarle un libro y charlar sobre él. Ojalá se popularice esta deliciosa maniobra de conquista”. Ya te digo si se ha popularizado: el tuit ha superado en menos de 48 horas los 11.000 retuits, 7.000 de ellos con cita (es decir, compartidos con un comentario adicional del tuitero o tuitera que lo comparte).

Algunos de estos tuits con cita cuestionan si quedar con un chico para que te dé la turra sobre un libro –que seguramente él ya ha leído– puede considerarse una cita ideal. Yo llevé a mi pareja al bingo y al Burger King en nuestra primera cita, y ella es vegana, así que no puedo juzgar a nadie. Otros han hecho algo mucho más divertido con el tuit de Castaño: imaginar qué libro sería ese del que el chico quiere hablarle. Que si el Mein Kampf, un libro de Toni Lobato, El libro troll de ElRubius, La guía para la vida de Los Simpsons, el Necronomicón...

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Al final, el propio mensaje de Castaño se ha convertido en meme con distintas versiones. Por ejemplo, esta de la cómica Paula Púa: “Me llama una amiga a contarme que un chico la invitó a salir. Eso sí: le propuso que, en vez de ir a un bar por un trago, iban a quedar para ver Shrek. Ojalá se popularice esta deliciosa maniobra de conquista”. Aquí puedes leer muchísimas más.

Y hablando de Shrek... La de la amiga de María José Castaño no ha sido la única cita que, valga la redundancia, ha tenido muchos retuits con cita (más de 1.200) esta semana: el tuitero @rubenrosee escribió: “Ayer estuve viendo Shrek 2 en el pecho de mi novio, y vosotros qué tenéis”. Muchos han bromeado con la interpretación más literal: la película pudo verse en el pecho de su novio, como si fuera un televisor. Esto de las frases ambiguas siempre me hace mucha gracia, y pasa hasta en los medios de comunicación.

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Un gesto que salva vidas. #SignalForHelp (señal de socorro en castellano) es una iniciativa lanzada en redes hace más de un año que pretende que, en caso de que una mujer necesite ayuda por una situación de maltrato, pueda buscar ayuda. El gesto se popularizó en TikTok y, gracias a él, una joven logró que la salvaran de un secuestro. Para profundizar más sobre esta historia, puedes leer la columna que le dedicó hace unos días Sofía Ruiz de Velasco.

Pedir perdón por ser víctima de un bulo. La Gaceta se inventa un bulo sobre La Resistencia, el programa de David Broncano en Movistar+. Broncano explica que se trata de un bulo y La Gaceta borra el artículo. ¿Y qué hace Movistar+? Pedir disculpas. No me explayo más porque Jaime Rubio lo ha contado muy bien en esta columna y os recomiendo que la leáis, pero os dejo esta frase que me ha encantado: “Viene a ser como si Antena 3 se disculpara por lo de Ricky Martin y la mermelada”.

🤷‍♂️De esto no se ha hablado mucho, pero me encanta

🥁Y para terminar, autobombo

Esta semana me dieron el Premio de Periodismo Joven Manuel Alcántara (por este reportaje). En el discurso aproveché para hacer una confesión con la que seguro que algún estudiante de Periodismo –o cualquier joven– se siente identificado. Os dejo el trocito que compartí en Twitter:

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