Doce horas a la deriva en un ferri entre Valencia y Palma: “Repartieron chalecos y te temes lo peor”

Lo que se presentaba como un viaje nocturno de siete horas en uno de los muchos buques que unen distintos puntos de la Península con las islas Baleares se ha tornado en un mal sueño que dura ya más de doce horas. Un incendio en la sala de máquinas del ferri de pasajeros Tenacia, propiedad de la naviera italiana GNV, ha dejado esta madrugada el buque a la deriva, a 22 millas al norte de Ibiza, con 411 personas a bordo. Ninguna ha resultado herida en el incendio, pero desde las 2.15 de la madrugada el barco ha estado sin rumbo. Los pasajeros han comenzado a ser evacuados a las 14.00 y están siendo trasladados en los barcos de Salvamento Marítimo al ferri GNV Bridge, que se encuentra en la zona para prestar auxilio.

Según ha informado Salvamento Marítimo, el barco partió poco antes de las once de la noche del domingo del puerto de Valencia para realizar el viaje nocturno hasta el puerto de Palma, donde estaba previsto que atracara a las cinco de la mañana de este lunes. A bordo viajan 350 pasajeros y 61 tripulantes, además de una carga de vehículos y camiones, algunos de mercancías. Sobre las dos y cuarto de la madrugada se declaró un incendio en la sala de máquinas, que pudo ser sofocado en un primer momento por los bomberos del propio buque. Estos recibieron después la ayuda de tres efectivos del cuerpo de bomberos de la Generalitat de Cataluña, trasladados en helicóptero hasta el barco.

Tres helicópteros de Salvamento Marítimo, así como los remolcadores Salvamar Acrux desde Ibiza, la Salvamar Libertas de Puerto Portals en Mallorca, la SAR Mesana desde Palma y el Marta Mata de Castellón, llegaron a la zona aún de madrugada. Además, fue movilizado el buque de Balearia Abel Matutes, que cubre la misma ruta, por si era necesario evacuar a los pasajeros del Tenacia. Finalmente, y según han detallado desde la dirección general de Emergencias del Gobierno de Baleares, los pasajeros han sido llevados ya esta mañana a los barcos de Salvamento Marítimo que les han trasladado al buque GNV Bridge. A lo largo de esta tarde llegarán a Valencia.

Sin luz

Uno de los pasajeros del barco que embarcó este domingo en Valencia, Iván Ros, explica a EL PAÍS que se despertó en su camarote cuando por megafonía comenzaron a hacer llamamientos a la tripulación para acudir al puente de mando. “Se te ponen los pelos de punta, sobre todo cuando vas a encender la luz del camarote y te das cuenta de que no hay luz” cuenta. Según Ros, al salir al pasillo la tripulación les indicó que tenían que ir hacia un punto de encuentro mientras les repartían los chalecos salvavidas. “Asusta bastante porque te temes lo peor”, dice, aunque recalca que la tripulación del ferri ha actuado de forma muy profesional.

Otros, como Adolfo, camionero que viajaba por trabajo a Mallorca, señala que apenas les han dado agua y que la situación durante buena parte de la noche ha sido de “caos” sin “organización alguna”. El mismo desconcierto ha sido destacado por Pablo, molesto por la falta de información sobre cómo actuar, o afirmando que las indicaciones de la tripulación han sido contradictorias. “Nos han dicho que nos pongamos los chalecos y que bajemos a las lanchas salvavidas, pero ni a donde íbamos ni nada. Me he quedado con la camiseta y las zapatillas que llevo, tengo el coche en el barco”. Los pasajeros ya están en el GNV Bridge después de que el capitán del Tenacia haya decidido “por seguridad” desembarcar este mediodía a los pasajeros para trasladarlos a otro buque de la naviera.

En las imágenes grabadas por este pasajero se puede ver a grupos de personas en las cubiertas con los chalecos salvavidas puestos y a otros pasajeros en el salón principal del buque sentados en butacas y en el suelo. Con el paso de las horas, prosigue Ros, los pasajeros comienzan a estar cansados por las horas en vela de la noche. Afirma que no tienen aire acondicionado, más allá de pequeñas luces de emergencia de señalización, y que están con las puertas y ventanas abiertas para sobrellevar el calor. “Nos dieron una botellita de agua y parece que alguien ha llamado a la naviera y nos han dicho que preparan algo de comer. En un principio nos habían dicho que no porque estábamos en una situación de emergencia Ahora la gente está tranquila pero hemos tenido la sensación de que esto podía ir a más” señala.