- Stephanie Rojas lleva 5 años siendo repartidora y sufrió tres acosos mientras laboraba.
- Según una investigación del Colegio de México, “El Trabajo del Futuro con Derechos Laborales” al menos una de cada 5 mujeres repartidoras de aplicación han sufrido acoso sexual.
- Las plataformas con mayor porcentaje de reporte fueron: Cornershop, con 28%, UberEats y Rappi, con 12% cada uno y Didi con 11%.
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Stephanie Rojas lleva 5 años siendo repartidora y sufrió tres acosos mientras laboraba. Según una investigación del Colegio de México, “El Trabajo del Futuro con Derechos Laborales” al menos una de cada 5 mujeres repartidoras de aplicación han sufrido acoso sexual.
El estudio que se elaboró en 2021 reportó que las mujeres vivieron el doble de acoso que los hombres repartidores. Además las plataformas con mayor porcentaje de reporte fueron: Cornershop, con 28%, UberEats y Rappi, con 12% cada uno y Didi con 11%.
La investigación revela que uno de los principales motivos para ingresar como repartidora para las mujeres son los horarios flexibles; sin embargo otro estudio de Oxfam “Este futuro no applica” sostiene que en general todo el cuerpo de repartidores labora una media de 40 horas, 6 días a la semana.
Stephanie ha sufrido 3 acosos en sus años como repartidora
Stephanie cuenta que su primer acoso sucedió a un año de ingresar a laborar en la aplicación. Esto ocurrió en un edificio de lujo, ubicado en la colonia Marina Nacional, en Ciudad de México, donde el guardia de seguridad la acorraló en el elevador.
“Los vigilantes suben con nosotros a dejar la comida. Esta no era la primera vez que iba. Cuando me acompaña este chico y en el elevador me hace preguntas incómodas, me pidió mi número para invitarme a salir. Le dije: ‘No, soy casada’, él contestó ‘no importa, si tú no le dices, yo tampoco’ Me sacó de onda, cuando reaccioné, él ya estaba acorralandome en la pared del elevador. No sé cuál era la intención, me paralice y cuando se abre el elevador, como pude me salí”, contó la repartidora.
Stephanie, que es miembro del colectivo “Ni un repartidor menos” y creadora de la colectiva “Deliverlibres”, asegura que reportó al vigilante con su compañero a la entrada del edificio, esto le tomó una hora y media, y tampoco le querían devolver su identificación oficial.
“A los seis meses volví a ir al edificio y ya no vi a este chico. No se si lo cambiaron de edificio, si lo despidieron. Porque de hecho sí se ve en las cámaras cómo salgo corriendo”, agregó.
El acoso también se vive en la vía pública
Desafortunadamente este no fue su único acoso. Stephanie que entrega sus pedidos en bici, narró que en otra ocasión cruzó de noche por la calle de Lago Alberto, en la colonia Granada, para regresar a su casa.
“No me fijé que dentro de un coche estacionado había dos personas, paso por el lado izquierdo y uno de los sujetos sacó la mano y me dio una nalgada yo estando arriba de la bici. Bajo el pie y volteo para decirle cosas. Al ver a la otra persona, me subí de nuevo y me fui”, relató Stephanie.
El Instituto de Estudios sobre la Desigualdad (INDESIG) reveló en un estudio basado en encuestas a repartidores —junto con la red latinoamericana Observatorio de Plataformas—, que las mujeres tienen el doble de incidencias de acoso sexual por parte de clientes.
Su último altercado fue en la vía pública. Mientras realizaba una entrega en su bicicleta, un auto se cruzó en su camino; provocó que Stephanie tocara su corneta y reclamara. Ante esto el automovilista la agredió por su género.
“Me dijo que eso me pasaba por ser mujer y no sabía andar, que me pasaba por estar en la bicicleta de repartidora. Me dijo que por ser mujer era una estúpida. Se acercó una patrulla y la policía me dijo que yo era la que debía tener cuidado”.
Crear una red de apoyo para mantener la seguridad entre repartidoras
Como líder de Deliverlibres, Stephanie asegura que en su grupo toman medidas de seguridad para realizar su trabajo de entregas.
“El nombre proviene del mundo del reparto y libres porque queremos estar libres de acoso, de violencia, queremos llegar a nuestras casas, solo queremos trabajar libres”, explicó.
El grupo de 100 chicas realizó protocolos en caso de robo, violencia, fraude o si alguien se pierde. Hasta ahorita, el grupo no ha necesitado aplicar por completo ningún de ellos, llegando a solo tres puntos.
“Cuando alguien va a entregar pedidos, nos envían su ubicación para poder irlas viendo, y en cuanto no se mueven, nos alertamos. En cuestión de acoso se hace un reporte en nuestras redes sociales. Así encontré una forma de cuidarnos entre nosotras”, dijo.
Stephanie asegura que no siente el apoyo de las aplicaciones
Ante la pregunta de qué seguridad les brindan las aplicaciones, Stephanie sostiene que no sienten ese apoyo como repartidora.
“Las aplicaciones no tienen ninguna medida. Nos mandan pedidos por igual, sean hombres o mujeres. No revisan si hay zonas detectadas como peligrosas, que a nosotras no nos lleguen esos pedidos. Quién nos ayuda o apoya”, dijo.
Dentro de su grupo, Stephanie compartió el caso de otra repartidora, Claudia, quien reportó al grupo que sufrió acoso cuando entregó un pedido a un cliente, “ella se alcanzó a safar de los brazos de esta persona y cuando fui (a) hablar con ella, le vi los brazos con rasguños. Esa persona la quería ingresar a la fuerza al departamento”.
De acuerdo con la versión de Rojas, su compañera procedió a realizar un reporte; “la app al otro día lo que hizo fue bloquear su cuenta. Fue a las oficinas de Uber a hablar y contar lo sucedido”, dijo.
La cuenta de Claudia se encuentra inhabilitada por violación de términos y condiciones de la aplicación.
Por suspensiones de cuentas, los repartidores pueden a tener pérdidas de ingresos
En la investigación del Colegio de México se reporta que las penalizaciones que realiza cualquier aplicación es por mala calificación, queja de clientes, demoras de entregas y otros, siendo la suspensión, desactivación o desconexión de cuentas las más comunes, con 28.6%.
Además, el estudio indicó que los repartidores pierden muchas veces sus ingresos, “debido a problemas con los pedidos, el uso de las tarjetas clonadas, falsos clientes u otros incidentes que no son su responsabilidad, pero que les generan pérdidas”, dijo.
¿Cuáles son los protocolos de las aplicaciones?
Business Insider México contactó a Uber Eats, Rappi y DiDi Food para conocer los protocolos de seguridad en caso de acoso sexual contra mujeres repartidoras.
Uber Eats fue el único que respondió y compartió las medidas que toma para apoyar a las repartidoras.
«El equipo de soporte 24/7 de Uber toma cada incidente con absoluta seriedad. Cada reporte realizado a través de la aplicación es tratado por un equipo especializado de acuerdo a la gravedad del mismo. Por ello se invita a cualquier persona que hace uso de las aplicaciones a reportar cualquier comportamiento que cause molestia o incomodidad», envió en un comunicado.
Cómo reportar: en el menú «Ayuda» elegir «Tuve un problema de seguridad» y, por último, en «Denunciar acoso sexual». Adicionalmente, Uber también cuenta con un equipo especializado para trabajar con las autoridades ante investigaciones de delitos, mediante un Portal de uso exclusivo para Autoridades de Seguridad.
Respecto al caso de Claudia, Cecilia Roman, Gerente de Comunicación de Seguridad de Uber, dijo:
“La cuenta sí se encuentra inhabilitada, no existe un reporte así. Lo que encontramos es que la inhabilitación de la cuenta se da por una proceso de políticas y términos y condiciones. También hay varios contactos de esta persona pidiendo como acceder a su cuenta. Las fechas nos refuerzan la idea que primero es la inhabilitación y después el contacto con soporte. No es posible decir que uno fue consecuencia del otro”.
En cuanto a Rappi y DiDi Food, la primera no respondió a la solicitud de protocolos, y la segunda dijo que no tenía la información requerida.
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