JUEGOS OLÍMPICOS | PARÍS 2024

A España le espera el grupo de la muerte en los Juegos de París

La Selección Española se enfrentará al grupo más difícil, que constará de cuatro conjuntos, en la fase de grupos del baloncesto masculino de París 2024.

A España le espera el grupo de la muerte en los Juegos de París
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La victoria de España en el Preolímpico de Valencia, salvando la fase de grupos con Líbano y Angola y los cruces con Finlandia y Bahamas, catapulta al baloncesto masculino auspiciado por la FEB a una nueva presencia en los Juegos Olímpicos, el mayor evento del deporte mundial. En estos de 2024 la España de Scariolo repetirá: son siete clasificaciones consecutivas para los chicos, sin fisuras desde Sídney a principios de siglo y con dos platas y un bronce para el florido palmarés de este equipo.

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Del subidón de La Fuente de San Luis, donde la Selección ejercía de anfitriona y tenía toda la presión para ser la que se llevara el billete al bolsillo, se pasa ahora a la mirada al horizonte. El futuro no será tan sencillo como esta pasada semana, espera un auténtico grupo de la muerte nada más aterrizar.

La fase de grupos, que además se aleja de la capital francesa (se disputará en el Stade Pierre-Mauroy de Villeneuve d’Ascq), constará de clases, A, B, C, y a los Rudy, Llull, Aldama, Garuba y Hernangómez les ha tocado la premium.

Con un comienzo muy cuesta arriba tendrán que lidiar los doce elegidos por el seleccionador. En la última edición el camino de España quedó ligado al de Estados Unidos, los que la eliminaron en cuartos de final, tras un resbalón ante Eslovenia y una alineación en la que los Gasol aún reinaban.

Así será el grupo A de los Juegos Olímpicos

La Selección se medirá con tres equipazos. Ellos y España conforman parte del top-15 de la FIBA para equipos masculinos (de los que Argentina, Letonia, Italia, Eslovenia y Polonia se van a perder esta cita). Mucha calidad. Los dos primeros de cada grupo tienen el pase a cuartos asegurado y hay otras dos plazas más para los dos mejores terceros; ahí estará el objetivo de España para entrar en una idílica lucha por las medallas.

· Grecia. Los de Spanoulis fueron uno de los cuatro ganadores de los torneos preolímpicos. El impulso de haber vencido en el que era el más complicado de ellos, con Croacia, Eslovenia o República Dominicana de temibles oponentes, les refuerza en la idea de que este año su plantilla puede dar un paso adelante. Giannis Antetokounmpo, que fracasó en otros intentos anteriores a nivel internacional, ha sido el mejor jugador de la competencia de El Pireo. Apuestas seguras como Calathes o Walkup y sorpresas como las de Papagiannis o Toliopoulos, a falta de saber si Kostas Sloukas se recupera de una lesión muscular y también puede ir, abrazan al astro en la primera participación helena en dieciséis años.

· Australia. Antes de que terminar al Preolímpico ya publicaron la lista definitiva de convocados. Queda gente de la vieja guardia y falta, de nuevo, Ben Simmons. Matthew Dellavedova, Joe Ingles o Patty Mills son parte de esa camada de una cierta edad que, a buen seguro, tendrá en París su última parada olímpica, y bien que han resaltado en las anteriores. El seleccionador Brian Goorjian contará con otros expertos como Danté Exum o Nick Kay, exACB, o dos interiores de garantías en Duop Reath y Jock Landale que mantienen el hilo con la NBA. De tierras estadounidenses llegan dos esperanzas con apabullante condición, los Josh (Giddey y Green), y un recientemente traspasado a Nueva Orleans, Dyson Daniels, un escolta-alero de 21 años que va a dar más opciones a la escuadra. La fiabilidad es el fuerte de estos chicos, que al igual que España están en una transición entre generaciones: a recordar que hace tres años le arrebataron el bronce a la Eslovenia de Doncic con una exhibición de Mills, santo y seña. Pasar por encima de ellos será complicado. Ante ellos, el debut español (27 de julio, 11:00 horas).

· Canadá. Los de Fernández aparecen en cualquier clasificación como favorito a ser el que pelee el oro con Estados Unidos; sí, ésa que parece invencible sin que ni siquiera hayan tocado el balón. En el Mundial del año pasado América vio un cambio de turno en el baloncesto: por fin los canadienses, con el español como jefe del banquillo, aceptan las llamadas, van y convencen en la cancha. Andrew Wiggins volverá a ser la ausencia más sonada y a ella se une el joven gigante Zach Edey, pero al plantillón que presentaron la última vez se agrega un Jamal Murray listo para el reto, campeón con los Nuggets. El país de la hoja de arce escala en este deporte, otra veces olvidado, y lo quiere todo. España la sufrió y pasará por el tamiz de nuevo.

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