Tomás Roncero

Me quedo con el buen tono general de los chavales de La Fábrica, que mostraron hambre, agresividad emocional y afán por convencer a Ancelotti.

La presentación de Endrick en el Bernabéu respondió a la grandes expectativas que hay depositadas en este menino que tiene piernas de hombre.

El bueno de Ancelotti duerme ahora tranquilo porque sabe que sus chicos se pasan las vacaciones en gimnasios y campos de fútbol.

El último balance de la consultora ‘Brand Finance’, colocando al Madrid por encima del City como valor de marca futbolística a nivel mundial, sabe a gloria.

Valverde firmó su foto icónica con su asistencia a Vinicius en el gol de la 14, pero no olvido su volea antológica al City de Guardiola en el 3-3 del Bernabéu que alimentó las opciones de clasificación para la inolvidable vuelta del Etihad.

Pero la realidad es tozuda e incuestionable: Courtois es el mejor portero del mundo y nadie puede discutir la titularidad del belga.

Con siete títulos y 70 partidos por delante habrá minutos para todos y él sabe mejor que nadie que los aprovechará para volver a reivindicarse.

Si Mbappé quería escenificar su reconciliación con el madridismo puede estar tranquilo porque lo ha hecho con brillantez y sentimiento.

Éxtasis en Berlín. Después de tumbar a cuatro campeones del Mundo, el equipazo de Luis de la Fuente levantó la Cuarta Eurocopa. Somos únicos. Somos Leyenda.

Esta España no tiene límites. Ni nadie que la detenga. Ni el gol inicial de Kolo Muani la arrugó. Un golazo genial de Lamine y otro de Olmo nos llevan a Berlín. La Cuarta, mucho más cerca.

En el último suspiro, con once jabatos acalambrados y arrinconados por un ejército de germanos embravecidos por 40.000 fieles que bramaban desde las gradas del Neckarstadion pidiendo sangre sin esperar siquiera a la tanda de penaltis.

Me imagino que el Madrid no tendrá once jugadores en los cuartos de la Eurocopa y cinco en la Copa América por una cuestión “de suerte”.

Lucas Vázquez lleva diez años ofreciendo un magisterio sobre lo que es ser solidario y responsable en un vestuario. Futbolista polivalente y ‘polivaliente’.