México se acerca a sus elecciones presidenciales con fuertes tensiones entre los tres candidatos

México se adentra en la recta final previa a las elecciones presidenciales más grandes de su historia democrática por el número de cargos públicos que se van a renovar y también por el elevado número de electores: 98 millones. Los comicios se celebrarán el próximo 2 de junio, con tensiones entre los tres candidatos, quienes han vertido ataques unos contra otros en el tercer debate presidencial, celebrado este domingo.

Claudia Sheinbaum, la candidata oficialista; Xóchitl Gálvez, de la coalición opositora, y Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano, han participado en el tercer debate llamado República segura y con justicia.

Coincidiendo con el debate, se celebró en el centro de Ciudad de México un mitin en el que, según cifras oficiales, 95.000 personas tiñeron las calles del centro de la capital de color rosa para apoyar a Gálvez en lo que ella misma denominó su cierre de campaña.

Según la encuesta más reciente de la empresa Mitofsky, Sheinbaum encabeza las preferencias electorales con más de 23,8 puntos porcentuales de ventaja frente a Gálvez, mientras que Máynez se mantiene en el tercer puesto.

En las últimas semanas, la coalición opositora ha tratado de que Movimiento Ciudadano se uniese a su lucha para arrebatarle la presidencia a Sheinbaum, pero Máynez se niega y quiere mantener su propio camino electoral. Insiste en que su partido representa a quienes no están conformes con el actual modo de Gobierno, encabezado actualmente por Andrés Manuel López Obrador.

Pero también dice ser una opción alternativa a la coalición de oposición, Fuerza y Corazón por México, que une a las antiguas formaciones, los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD).

Sin profundizar en los grandes temas

La clase política, rodeada de un halo de corrupción, busca la manera de prometer un México diferente para convencer al electorado. Eso, con unos índices de violencia que no bajan, con graves problemas para garantizar los derechos humanos, además de una profunda crisis migratoria, en la que México ejerce como país de tránsito; sin olvidar una persistente pobreza.

Pero el tercer debate no ha debatido en profundidad sobre estos temas, sino que se ha decantado por la línea de los ataques, incluso personales, entre los tres candidatos. Incluso Gálvez exhibió una fotografía en la que la candidata oficialista llevaba una falda de la Virgen de Guadalupe, el símbolo religioso más importante en el país, y la ha acusado de portarla de manera inadecuada puesto que Sheinbaum no cree en Dios.

La candidata favorita del electorado ha omitido este comentario y se ha centrado en su mensaje de continuar la "transformación de México", iniciado por López Obrador, en la que se busca, ha dicho, "el bienestar y la felicidad del pueblo". Además, ha incidido en buscar una política "humanista" en temas como la migración.

Gálvez ha insistido en que el gobierno actual tiene nexos con el narcotráfico, calificando al partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) de "narcopartido", pero su contrincante ha defendido que ha habido mejoras en los datos de inseguridad y violencia. Ha asegurado, además, que López Obrador, quien llegó al poder en diciembre de 2018, pasó de "declarar la guerra" a "construir la paz".

Por su parte, Máynez ha asegurado que el actual mandatario realmente no cambió la estrategia de seguridad, sino que continuó con el militarismo iniciado por los partidos tradicionales que ahora forman la coalición opositora.

La tensión crece entre los candidatos y también entre sus partidos, al igual que la expectación de los 98 millones de electores que, aunque parece tener claro su voto, escucha a quienes se enfrentarán el próximo 2 de junio en una elecciones tras las que se renovarán más de 20.000 cargos.