Muere un narcotraficante tras una persecución del Servicio de Aduanas frente a la costa de Caños de Meca (Cádiz)

Otra muerte relacionada con el tráfico de drogas en la costa gaditana. Un narcotraficante ha fallecido este sábado durante una persecución entre el Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) y una embarcación que transportaba hachís frente a la costa de Caños de Meca, en Barbate (Cádiz), según han confirmado fuentes de Vigilancia Aduanera.

Durante la persecución, que se ha producido poco antes de las 22.00 horas, también ha resultado herido el otro tripulante de la embarcación dedicada al narcotráfico, que habría colisionado con la patrullera de Vigilancia Aduanera, al tratar de huir.

El narcotraficante fallecido es uno de los dos tripulantes que viajaban con el hachís, era marroquí y no portaba documentación, por lo que no ha sido posible identificarlo aún. Ha sufrido una parada cardiorrespiratoria sin que haya sido posible su reanimación, que también han intentado, sin éxito, los servicios médicos al llegar al puerto de Barbate.

El otro tripulante, de nacionalidad española y con antecedentes por narcotráfico, presentaba lesiones pendientes de valorar. Se encuentra detenido.

Según han detallado este domingo a EL MUNDO fuentes del Servicio de Vigilancia Aduanera, su patrullera en la costa gaditana ha sido alertada por el helicóptero de la presencia en la zona de una "embarcación de recreo, con un potente motor", sospechosa de dedicarse al tráfico de drogas. No era una narcolancha de las que están prohibidas en España, sino una motora sin cabina. Tras localizarla, ha comenzado una persecución en la que se han producido "varios impactos" entre la patrullera del SVA y la lancha de los narcos, según ha precisado el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández.

Tras uno de los impactos entre las embarcaciones, un narcotraficante se ha arrojado al mar para tratar de huir, pero luego ha pedido que lo rescataran, según las fuentes consultadas por este diario. Inmediatamente, ha sido auxiliado por los propios agentes del SVA para su posterior traslado al puerto gaditano de Barbate. El tripulante que se ha tirado al agua es el que ahora se encuentra herido y detenido. Es de nacionalidad española.

Tras el traslado a puerto de los dos tripulantes, otros medios navales del SVA han recuperado la embarcación utilizada para el transporte de la droga y cuatro sacos de hachís, con un peso de 113 kilogramos.

'Mi abuelo', nombre de la embarcación

Precisamente la embarcación de recreo usada para el transporte de los cuatro sacos de droga lleva el nombre de 'Mi abuelo'. "Supuestamente, la embarcación es de un trabajador de Barbate", ha dicho a Efe un pescador de la zona, que matiza que la misma no pertenece a la Almadraba barbateña y que en las últimas semanas se encontraba en el pantalán del puerto.

La embarcación mide entre cuatro y cinco metros de eslora, de fibra de vidrio, cuenta con un solo motor fueraborda, descubierta y sin cabina para el tripulante, con un motor Yamaha Enduro de 40 caballos.

Nada que ver con las potentes narcolanchas, que suelen medir más de 12 metros de eslora y pueden contar hasta con cuatro motores. Tienen capacidad para entre 16 y 20 personas. Con estas embarcaciones, se pueden transportar hasta 5.000 kilos y hacer muy rápida la travesía que une Marruecos, donde se produce la droga, con la costa gaditana. La narcolancha que arrolló y mató a los guardias civiles en el puerto de Barbate el pasado febrero tenía unos 14 metros de eslora, 900 caballos de potencia y tres motores.

"La lanchita 'Mi abuelo' ha estado en el pantalán muy cerca de la mía. La trajeron hace un par de meses y ha estado ahí todo este tiempo hasta que ha pasado esto", ha explicado otro pescador en el puerto de Barbate.

Dos guardias civiles muertos

Este suceso frente a la costa de Caños de Meca se produce cuatro meses después de que unos traficantes de drogas arrollaran con su narcolancha la pequeña embarcación de unos guardias civiles en el puerto de Barbate. Dos agentes, de 39 y 43 años, murieron.

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de Barbate, que está investigando el asesinato de estos dos guardias, mantiene en prisión a dos de los ocho detenidos tras el suceso. Un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil concluyó días atrás que la embarcación ilegal que pilotaba Francisco Javier M. P., alias 'Kiko el Cabra', no fue la que mató a los agentes, a pesar de que esta fue la hipótesis que se barajó desde el primer momento. Sin embargo, el vídeo que grabó esa noche uno de los jóvenes encarcelados descartó la implicación 'Kiko el Cabra'.

Las pesquisas sobre el presunto autor de las muertes de los dos agentes se centran ahora en otro narcotraficante marroquí, de nombre Karim, que tras arrollar con su narcolancha a los guardias civiles en el puerto de Barbate, habría puesto rumbo hacia su país junto a otras dos personas.

Vigilancia en la costa

"Desde que pasó esa desgracia, se nota mucho. Los narcotraficantes tienen varios puntos seleccionados en la zona y sabían que ese día no había nadie controlando. Hay gente joven que busca el camino fácil de la droga, pero en Barbate hay mucha gente honrada que trabaja muchas horas al día", señala una señora de la localidad gaditana.

Un pescador veterano comenta que antes en Barbate "había todos los días 14.000 cajas de pescado, pero ya todo ha cambiado. Entró una subvención para desguazar barcos y de los más de 200 barcos que había, quedarán 20. Ahora hay cinco o seis traíñas y el resto son deportivos", explica.

"Aquí ha entrado una mano negra. Hemos tenido alcaldes muy malos que sólo han mirado por sus intereses. Había ocho fábricas de conservas y cinco cines, pero ya no queda casi nada", lamenta un hombre que pasea mientras se descarga pescado en el puerto de Barbate.

Un pescador que acaba su faena denuncia que en Barbate "pagan justos por pecadores porque se habla mucho de la droga cuando pasan estas cosas, pero aquí llevamos 60 días de lunes a domingo sin descansar".