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Publicado en 11/04/2016

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PAULA CESARINO COSTA

Folha lanz� su nuevo proyecto editorial el pasado jueves, 30 de marzo. Es una carta de intenci�n dirigida al lector. Tambi�n es una especie de mapa de navegaci�n que Folha debe seguir a la hora de estructurar la informaci�n.

El esfuerzo del peri�dico por repensar su rutina y los par�metros que establecen es un encomiable ejercicio de la autocr�tica y la transparencia.

El primer proyecto editorial de Folha, de manera formal, data de 1981. El pa�s estaba bajo una dictadura, viv�a una crisis econ�mica y social grave, y dio palos de ciego en la transici�n hacia la democracia.

El texto, publicado internamente fijaba tres objetivos: "La informaci�n correcta, interpretaciones competentes de esta informaci�n y la pluralidad de opiniones sobre los hechos".

El proyecto, pionero en la prensa brasile�a, dialogaba con las generaciones futuras para que pudiesen decir de Folha: "He aqu� algo �til y bueno, algo que debe ser preservado". Casi cuatro d�cadas despu�s, puedo decir que esta impresi�n est� arraigada en los lectores.

Fue con las banderas ondeadas en el texto 1984 (un periodismo cr�tico, plural, no partidista y moderno) que Folha se convirti� en el peri�dico m�s importante del pa�s.

Sin embargo, el desarrollo tecnol�gico, a una velocidad sin precedentes, comenz� a estremecer las estructuras que parec�an s�lidas. Las transformaciones de la era digital cobraron fuerza en la d�cada de 1990.

En medio de lo que se ha calificado como caos informativo, Folha produjo en 1997 el proyecto editorial que ha estado vigente hasta ahora.

La receta de un periodismo m�s selectivo, cualificado y didactico para sobrevivir en una sociedad cambiante. Cuestionaba sus propias suposiciones: qu� informar, a qui�n y para qu�.

Estas son las respuestas que el nuevo proyecto editorial busca renovar. En l�nea con la moda de los art�culos basados en listas, el proyecto se resume en 12 principios editoriales, encabezados por una cuesti�n b�sica, aunque imprescindible en la era de la post-verdad: "Confirmar la veracidad de toda la informaci�n antes de ser publicarla."

Para diferenciarse en medio de la cacofon�a del universo digital, el proyecto define como periodismo profesional aquel que "sigue las reglas y normas de conducta t�cnica que garantizan informes fiables de hechos relevantes".

Se supone que el ajuste de papel no se imprime sobre el soporte o el diario, pero con el fin de "condensar lo que es relevante a un p�blico interesado en informaci�n, opini�n y an�lisis."

Tiene como objetivo proporcionar al lector una gama menos extensa de temas, pero con m�s perspectivas y enfoques interpretativos. Se hace hincapi� en que la prioridad del trabajo period�stico sigue siendo revelar informaci�n exclusiva: hecho relevante, in�dito y bien cotejado.

Detecta un entorno "saturado de un manique�smo burdo". Propone que la exposici�n de lo contradictorio al p�blico sea un "ant�doto a lo irracional que no s�lo se muestra reacio a las formas tradicionales de mediaci�n pol�tica, sino tambi�n a todo tipo de ponderaci�n, equilibrio y matices."

Predica que es necesario "reforzar el sistema interno de control y equilibrio -la obligaci�n de publicar objeciones motivadas, la actividad del defensor del lector y la colocaci�n met�dica de correcciones de errores".

Es dif�cil no estar de acuerdo con los principios propugnados. Es muy dif�cil medir su aplicaci�n. Muchos de ellos son reformulaciones evidentes de cl�usulas petreas del periodismo. Hay detalles que pueden convertirse en trampas cuando el documento sostiene, por ejemplo, que las noticias deben tratar de despertar la curiosidad leg�tima. �Qu� significa eso exactamente? �Qu� tipo de informaci�n puede justificarse as�?

En mi opini�n, el punto del nuevo proyecto editorial m�s sensible es el p�rrafo en el que confirma la "comercializaci�n de contenido patrocinado, financiado por los anunciantes o socios, desde que su car�cter publicitario del producto sea transparente para el lector y no participe la Redacci�n en su elaboraci�n".

Yo entiendo que en medio de la crisis del modelo de financiaci�n del periodismo, Folha abrace con transparencia la fuente de ingresos. Los peri�dicos de todo el mundo siguen la misma l�nea, con tropiezos similares.

La atenci�n para que los l�mites sean respetados debe ser redoblada. La experiencia diaria demuestra lo dif�cil que es poner en marcha esa transparencia. La primera p�gina de publicidad del mi�rcoles 29, pagada por entidades contrarias a la pirater�a, es un ejemplo de la permisividad que debe ser evitada. Confunde al lector al poner el proyecto gr�fico del peri�dico al servicio del comercial.

Los lectores recibieron el nuevo proyecto editorial con elogios, escepticismo y cr�tica: el elogio de los principios, la duda sobre la posibilidad real de que sea cumplido en su totalidad y la cr�tica de que muchos de los supuestos expresados aqu� hoy no son respetados por el diario.

El lector de noticias, y la raz�n del peri�dico-, espera ansioso la puesta en pr�ctica de los principios en las ediciones impresas y digitales de Folha. Ombudsman estar� a su lado con el proyecto en la mano.

Traducido por AZAHARA MART�N

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