El Cristo est� all� a lo alto, y el estadio Maracan� explota en mil colores a sus pies. Rodeada por los morros do Salgueiro, da Formiga y de Andara�, la ventana de Roselena Anast�cio tiene vista privilegiada hacia el estadio. Con un ojo en la televisi�n y otro en el estadio, la mujer no se cansa de lanzar elogios: "�Pero qu� bonito!", exclama.

Desde que naci�, hace 36 a�os, Rose, como es conocida, vive en el morro da Mangueira, en una localidad llamada Pedra.

"Es un buen momento, al menos por ahora. La ciudad fue 'maquillada' a las apuradas. Esos remiendos no van a durar mucho. Despu�s R�o va a volver a la normalidad", critica. "Est�n hechos para que los gringos y la prensa los vea".

Periodistas no faltaban la noche de la apertura de los Juegos Ol�mpicos, este viernes (5), en las terrazas de la favela. Solamente en el barrio de Rose, con vista al Maracan�, hab�a 14 equipos de 26 periodistas, casi todos extranjeros.

La familia de la empleada dom�stica alquil� cinco terrazas. Algunas de ellas parec�an �reas vip, con m�sica, cerveza, asado y algunas entradas para calentar el est�mago.

El morro da Mangueira fue pacificado en 2011. Para el gu�a Rog�rio Vaz, de 31 a�os, la noche de la apertura de los Juegos Ol�mpicos fue especial para los vecinos de la favela y todav�a m�s para �l. Vaz gui� a unos 50 profesionales de prensa hasta las terrazas con vistas privilegiadas al Maracan�.

"Conoc� gente de Alemania, Argentina, Chile, Portugal y Estados Unidos, todo esta noche. Estamos tranquilos, todos bien", festeja.

Cada equipo pag� R$ 120 por el alquiler del espacio, cervezas, gaseosas, comida, todo fue abonado aparte. Los equipos llegaron al lugar en moto-taxis. En d�as comunes el viaje cuesta R$ 3, pero como era un d�a de fiesta el valor subi� hasta R$ 5. El equipaje era cobrado aparte.

Seg�n Thiago Santana Pe�anha, de 31 a�os, que es vicepresidente de la Asociaci�n de Vecinos del Complejo da Mangueira, el dinero recaudado fue repartido entre los gu�as de la favela y los due�os de las terrazas.

"No fuimos beneficiados en absolutamente nada con la Olimp�ada", se quej�. De acuerdo con sus c�lculos, el dinero usado en la reforma del Maracan� corresponde a seis veces el monto que la comunidad necesita para obras b�sicas de infraestructura. "La fiesta est� sucediendo en nuestro jard�n, pero lamentablemente no fuimos invitados".

Al abrir las puertas de la favela a la prensa internacional, el vicepresidente de la asociaci�n cree que la acci�n puede ir m�s all� de una visita tur�stica. Puede tambi�n favorecer a Mangueira.

Explica: "Con la prensa circulando por aqu�, tenemos la oportunidad de que el mundo descubra c�mo vivimos, las carencias que tenemos y, as�, presionar a las autoridades".

Traducido por NATALIA FABENI

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	Diego Padgurschi /Folhapress
	Vecinos del morro da Mangueira miran los fuegos artificiales que explotan en el estadio Maracan�