Los obispos aprueban en la Plenaria extraordinaria el plan de reparación integral a las víctimas Aviso para navegantes de Argüello: "Pedimos respeto al propio caminar de la Iglesia "

La Asamblea Plenaria extraordinaria celebrada esta mañana en la sede de la Conferencia Episcopal Española (CEE), en Madrid, ha aprobado las líneas que orientan la acción de la Iglesia en relación a los abusos sexuales cometidos contra menores, personas, el plan de reparación integral a las víctimas y los criterios orientadores de este plan.

Con notable retraso con respecto a la hora prevista, se ha retransmitido también el acto de clausura de esta plenaria extraordinaria, la segunda en nueve meses convocada por el Episcopado español para tratar el drama de los abusos en el seno de la Iglesia, tras la presidida en noviembre por el entonces presidente, el cardenal Juan José Omella.

En esta clausura, el actual presidente, Luis Argüello, además de volver a pedir perdón a las víctimas de abusos -ninguna de ellas ha estado presente tampoco en esta plenaria-, ha reivindicado la labor que la institución llevaría haciendo en esta materia desde hace "20 años", aunque "esta toma de conciencia se acelera de forma especial hace casi diez años y con el protagonismo singular que hacer ese el comienzo papa Francisco", aunque "se ensancha, profundiza y acelera", añadió, "hace seis años", tras la publicación por parte de normativa al respecto desde la Santa Sede y tras la 'cumbre' del Papa con los presidentes de las conferencias episcopales de todo el mundo.

"Es una llamada a la conversión, a la comunión y a la compasión", enmarcó el también arzobispo de Valladolid este plan integral de reparación, insistiendo en que no es el primer paso", apuntado en el haber las "casi 300 oficinas en las diócesis y congregaciones", que darían cuenta de "un trabajo inmenso realizado en los últimos años", por el que también agradeció la colaboración de la CONFER, cuyos presidente y secretario general se encontraban en la primera fila del hemiciclo de la Plenaria.

"Nada de esto puede sanar por sí mismo el dolor que sufren las víctimas desde hace décadas, pero queremos mostrar nuestro compromiso decidido de seguir adelante, de colaborar con la fiscalía cuando tenemos conocimiento de algún caso", prosiguió el presidente de los obispos españoles.

En este punto, y a raíz de las informaciones tras el encuentro del Gobierno con las asociaciones de víctimas, celebrado ayer en la sede del Ministerio de la Presidencia, Argüello lanzó un aviso a navegantes: "La Conferencia Episcopal, la Iglesia en España tiene sus reglas de funcionamiento, para las que pedimos respecto a la sociedad y a las administraciones públicas".

"No firmamos un documento que obliga a las diócesis y congregaciones, sino que nos damos unos criterios de comunión", justificó Argüello para señalar que, finalmente, será cada diócesis la que tenga la última palabra a la hora de implementar determinadas medidas acordadas en el plan. 

"Pedimos respeto al propio caminar de la Iglesia para, desde él, ofrecer nuestra leal colaboración para un problema que lo es también de nuestra sociedad y arrimar el hombro para caminar juntos".