¡Feliz viernes! No va a ser un concierto de Vivaldi, del que hace poco escuchamos su música, sino de otro maestro también representante de la música barroca. Vamos a disfrutar de los sonidos que vienen de ese país, que tanto ha aportado a la música.

Nos visita hoy Pietro Antonio Locatelli (1695-1764), compositor italiano nacido el Bérgamo. Desde niño fue un verdaderon prodigio con el violín, de una forma tan destacada que fue enviado a Roma donde se dice que estudió con Corelli, pero es más probable que lo hiciese en realidad con Valentini. Su reputación fue creciendo y no solo era famoso en Italia, sino que también tocó el instrumento en Baviera y Berlín. En 1729 se trasladó a vivir a Ámsterdam donde participó de su vida cultural. Permaneció allí hasta su muerte. Con sus composiciones e interpretaciones, Locatelli es el padre del virtuosismo, sobre todo con el instrumento que dominaba. Además, sus obras constituyen un corpus en el que se muestran las técnicas de composición más avanzadas de las que se podía disponer.

Escuchemos su Concierto en Sol Mayor, Op. 3 N.º 9. Pertenece a su colección L'Arte del Violino que data de 1733. Está escrito en la habitual sucesión de movimientos (rápido-lento-rápido) que luego se impuso como norma en la forma de concierto. Es evidente que se necesita un intérprete de gran solvencia y posiblemente, en su tiempo, este concierto solo podía ser interpretado por el propio Locatelli. El maestro llega a exigir posiciones del violín altas, lo que era toda una revolución en su tiempo. También propone al solista sonidos polifónicos, otro escollo importante para el solista.

La interpretación es de Gli Archi di Firenze digirido por Diego Conti.