La pelea de su vida: Fernando Martínez vs. Kazuto Ioka en Tokio, con la mística de una historia inolvidable

El bonaerense Fernando Martínez sabe que éste es el momento cumbre de su carrera, ajeno a las falencias y cercano a la perfección. Pondrá en juego la grandeza de su futuro lidiando con las sombras de la caída, sin términos medios.

Sabe que su pelea de mañana ante Kazuto Ioka, por la unificación de las coronas Supermoscas (FIB–AMB) será en la casa de su rival: el estadio Kokugikan de Tokio y que eso implica un sinfín de adversidades a superar. Por imposiciones del negocio y conveniencias de esta industria.

Su pelea de doce rounds prevista para las 7 de la mañana del domingo argentino (aproximadamente) con televisación de ESPN, será arbitrada por el puertorriqueño Luis Pavón, uno de los mejores del mundo.

“Martínez vs. Ioka” se convierte en una de las diez peleas más importantes realizadas por boxeadores argentinos en Japón desde que Pascual Pérez destronó a Yoshio Shirai en 1954. Hace 70 años. Todas las leyendas boxearon allí: Accavallo, Locche, Cañete, Laciar y Castro, entre tantos. “Martínez vs. Ioka” es uno de los combates más importantes de ésta década.

¿Como está Martínez?

A los 32 años y con un récord legítimo de 26 victorias (11 KO) y 6 derrotas, “El pibe de la Boca” exhibió una gran convicción desde que ganó la corona (FIB) en 2022 ante el filipino Jerwin Ancajas, un experto y sabio pugilista al que volvió a batir en match revancha. A partir de allí, los desencuentros entre sus representantes, “Chino Maidana Promotions” y sus promotores estadounidenses: PBC lo perjudicaron notoriamente. En lo económico y deportivo.

Su última pelea fue ante otro filipino: Jade Bornea, a quien venció por KOT en once rounds, el 24 de junio de 2023. No volvió a competir desde entonces. Más de un año de inactividad y, está claro, esto puede pesar en el trámite del match.

Durante ese período improductivo vivió desgracias familiares que lo afectaron y una incertidumbre absoluta sobre su futuro. Debió superarlas en silencio, con sacrificio y rabia. Buscó esta pelea con Ioka y la encontró.

¿Qué tiene Martínez para ganar?

Un estado atlético muy bueno y una óptima concentración planeada por su entrenador, Rodrigo Calabrese, en Las Vegas. En soledad y con el calor de las montañas del desierto de Nevada. Con sparrings locales y su fiel colaborador Agustín Gauto. Allí recibió –además- un envión anímico invalorable: el encuentro con su ídolo, Mike Tyson, quién lo alentó y le dejó un par de consejos útiles para aplicar en este oficio. Ese instante, constituyó un quiebre llamativo en su motivación para la pelea de su vida.

Martínez debe ahogar a Ioka. Tiene la resistencia, las variantes en ataque y una guapeza probada para sostener un ritmo desgastante sobre un adversario bueno, de clase, y de mil batallas.

En el dominio de su temperamento y sobre todo, en la puntería de sus envíos, estará la clave para obtener lo más difícil: el fallo de visitante.

¿Cómo pelea Ioka?

Muy bien porque es un gran boxeador. A partir de 2011 –hace trece años- empezó a sumar coronas mundiales en Peso Mínimo (47.600 kg) hasta lograr el cetro actual (AMB) en 52.100 kg. Logró cuatro títulos en pesos diferentes. Conoce a los argentinos: batió en dos ocasiones al mendocino Juan Carlos Reveco y también al cordobés Roberto Sosa.

Sólo el momento descomunal que vive su compatriota Naoya Inoue, considerado el mejor boxeador del mundo, lo quita del pedestal máximo del pugilismo nipón.

Es muy prolijo en su andar sobre el cuadrilátero y tiene una particularidad: siendo diestro, sus ganchos izquierdos al plexo son demoledores. Comparables a aquellos maravillosos envíos del panameño Eusebio Pedroza, noqueador con ese tipo de envíos en los años ‘80. Martínez no deberá darle la distancia ideal -Ioka es 7 cm más alto- ni las pausas para ejecutarlos.

Kazuto tiene 35 años y un récord de 31 victorias (16 KO), 2 derrotas y un empate. Comienza a sentir el trajín en este deporte y quedó expuesto en sus recientes peleas por esta corona con Joshua Franco, dejando muchísimas dudas.

Es muy difícil encontrar un desequilibrio entre uno y otro. Ioka es local. No es gravitante para considerarlo -definitivamente- favorito, aunque esto implica tener un buena ventaja. Será una gran pelea, más allá de todo esto.

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