Fui a una fiesta de cumpleaños en Gallegos, una pequeña localidad segoviana, y sonó ‘Malamente’ de Rosalía, el éxito musical que mezcla flamenco y trap. La canté junto a una amiga, hicimos el gesto con las palmas del ‘tra tra’ y la bailamos. El single terminó, pero en el cuerpo se me quedó la sensación de que había cometido el pecado de la apropiación cultural, de ahí que haya venido a confesarme a esta tribuna.